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miércoles, 21 de febrero de 2018

3 cervezas y 2 vasos de agua

Ella lo invito a tomar un vino.
El quería ver la.

Se encuentran en un típico bar americano, era difícil encontrar un buen vino en una ciudad tan plástica.

El pidió  una cerveza de barril y ella un vino espumoso, no era la mejor cerveza, aún así esa noche bebió varias para poder hacer tiempo, el sabía que su última cerveza marcaría el final de la noche.

El observa sus ojos, azules como el mar, cada vez que ella hablaba, el luchaba por no perderse en ellos.

Ella tenía las manos frías pero suaves.

El perdió el miedo de ser rechazado al ver lo impresionante que ella es, sólo quería estar seguro de que la volvería a ver.

La primera cerveza cae, a ella aún le queda 3/4 de Copa, las últimas palabras  que esa cerveza dijo fueron "un ex-prometido y una divorciada que disparate".

Llega la segunda cerveza.

Eran muy distintos, parecía raro que dos personas tan distintas estuvieran tomando unas copas, aún así se sentía una conexión en el ambiente.

El es un desastre que empezaba un ciclo de paz y ella después de mucho esfuerzo, sudor y lágrimas al fin podría cerrar un ciclo y hacer lo que quisiera con su vida, iniciar una nueva aventura, sus ojos brillaban mientras hablaba, el sólo luchaba por no ahogarse en ese mar azul.

La segunda cerveza cae y a ella le queda poco menos de media copa, las últimas palabras de está cerveza fueron "recuerda al final del día van al baño de la misma forma"

Llega la tercera cerveza y ya por la hora parecía la última, sin que lo notarán habían pasado más de 2 horas, a el poco le importaba, aún asi ella es una persona bastante ocupada.

En esa noche hablaron de sus creencias, su filosofía, sus fallos amorosos, como dos niños que llevaban años sin verse, sin miedos a ser juzgados, contándose todo lo que recordaban, ella decía que era por los signos, ella es Capricornio y el es cáncer, según ella los opuestos se atraen, en este caso eran dos polos bastantes opuestos, que tenían situaciones comparables aunque distintas al fin.

Al caer la tercera cerveza, ella sabía más de la vida de el que su madre, y el con lo poco que sabía sólo estaba seguro de una cosa, esa chica es impresionante.

Ella estaba tomando un vaso de agua, el pide uno para hacer un poco más de tiempo, y al igual que esa noche rara he imposible, paso algo más raro, ahora ella será su nutricionista.

El sabe que es una mujer imposible, pero es feliz que al final de la noche, está seguro de que la volvera ver, en esa noche, el sintió algo que tenía tiempo sin sentir.

Después de 4 horas de risas, historias, brindis, promesas y planear una dieta nutricional, el fin llego, ella lo llevo a casa,  un corto camino a casa para una noche tan interesante.

Llegaron a la casa de el, ella le da un abrazo, le promete que volverán a verse, el mira sus ojos, su sonrisa, sus labios, el se pierde un instante en sus ojos, ella sólo lo ve, pasan 3 segundos que fueron infinitos, el habré la puerta, le da un beso en la mejilla, se despide con una sonrisa en la cara, esperando una sonrisa devuelta, camina lentamente a su casa y voltea para ver su carro girar a la derecha y perderse de vista.

Si ella no tuviera novio y el fuera un poco más valiente, algo imposible pudiera haber pasado, aún así algo imposible paso.

Pequeñas historias sobre amor.

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